El ciclo del rendimiento: qué es y cómo evaluarlo
- javialcanzatumejor
- Nov 6, 2023
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¿Qué es el ciclo del rendimiento? ¿Cómo es el ciclo del rendimiento en el deporte? Según mi experiencia como deportista, entrenador, psicólogo y coach, el rendimiento en cualquier ámbito de la vida, pero más concretamente en el deporte, se compone de tres elementos que forman parte de un ciclo que necesita estar en constante movimiento para que el rendimiento se de y no cese.
Cuando hacemos algo por primera vez podemos tener una experiencia agradable o desagradable, positiva o negativa, o nos puede resultar divertido o aburrido.
Si las sensaciones o emociones que experimentamos en esa primera práctica tiene que ver más con disfrutar las posibilidades de volver a hacer esa actividad son mucho mayores.
Al repetir la actividad tenemos más posibilidades de volver a disfrutar y además al adquirir experiencia y práctica también es probable que empecemos a hacer esa actividad mejor.
La esencia del rendimiento

Cuando hacemos más esa actividad el aprendizaje nos lleva a una mejora que en esencia es el rendimiento, o dicho de otra manera, hacer algo mejor de lo que lo hacíamos antes.
Lo que suele suceder cuando una persona se da cuenta de que ha obtenido un rendimiento como resultado de un proceso en el que al principio se lo ha pasado bien o ha tenido buenas sensaciones haciendo la actividad, después ha invertido tiempo y dedicación y ha repetido esa actividad durante un tiempo para aprender a hacerlo mejor, y finalmente se ha dado cuenta de que ya lo esta haciendo mejor de lo que lo hacía cuando empezó, es que quiere volver a repetir el proceso para volver a tener las mismas sensaciones y emociones gratificantes. Así pues, el ciclo del rendimiento se compone de DISFRUTAR, APRENDER y RENDIR.
El ciclo del rendimiento: DISFRUTAR, APRENDER y RENDIR
1- El ciclo del rendimiento: disfrutar
DISFRUTAR tiene que ver con emociones y con la motivación por hacer algo para sentirse bien haciéndolo o por conseguir algo al hacerlo.
La motivación puede ser interna o intrínseca y en ese caso te sientes bien por el mero hecho de hacer la actividad, la recompensa son las sensaciones que te produce.
La motivación también puede ser externa o extrínseca y en ese caso la recompensa se obtiene de algo externo a la propia actividad.
Así, un ejemplo de motivación intrínseca es el que se da el los niños cuando empiezan a hacer un deporte y piden volver a hacerlo porque se han divertido.
Un ejemplo de motivación extrínseca son los niños que después de hacer un deporte por primera vez reciben cariño y amor por parte de sus padres y entonces quieren volver a hacerlo para volver a tener ese cariño y amor y no por lo bien que se lo han pasado haciéndolo.
2- El ciclo del rendimiento: aprender
APRENDER es un proceso en el que se suelen dar tres fases.
La primera fase es la fase de los fallos. No tenemos la destreza suficiente y nuestras habilidades no están desarrolladas y por eso cometemos más fallos que aciertos para hacer las cosas.
La segunda fase es la fase de aciertos. En esta fase, después de haber tolerado las sensaciones negativas que puede provocar fallar y de haber persistido en el intento, empezamos a acertar más que fallar.
La última fase del aprendizaje es la de los automatismos. En esta fase la acción ya está integrada en nuestro patrón de comportamiento y se hace sin pensar, se hace de manera inconsciente.
3- El ciclo del rendimiento: rendir
RENDIR tiene que ver con darse cuenta de lo que se ha hecho bien y valorarlo en su justa medida. En muchas ocasiones el rendimiento se relaciona a datos, a tiempos, a medallas, a resultados o a tener más o menos dinero del que se tenía.
Cuando valoramos el rendimiento en el ciclo del rendimiento también hay que tener muy en cuenta las mejoras subjetivas, esas que son más difíciles de medir ya que en muchas ocasiones y cuando proyectamos el rendimiento a largo plazo son las que más influencia tienen.
El análisis del rendimiento es mucho más productivo cuando se hace teniendo en cuenta el proceso en el que se encuentra y como está avanzando con respecto a la meta final y a los objetivos intermedios.
Aunque lo más importe es que cuando la persona se de cuenta de que ha habido una mejora, la sensación que le produzca le motive a querer volver a iniciar el proceso de DISFRUTAR, APRENDER y RENDIR porque así seguirá habiendo rendimiento.
Cuando se para el ciclo del rendimiento
El problema para el rendimiento comienza cuando este ciclo se para. Por ejemplo, una persona decide apuntase al gimnasio porque quieres mejorar su salud y perder unos kilos.
En principio la motivación tiene un componente intrínseco (mejorar la salud) y otro extrínseco (perder unos kilos puede ser más estético). En el gimnasio contrata unos entrenamientos con un entrenador personal para que le enseñe a entrenar.
Le gusta el profesor y el método y disfruta de los entrenamientos. Como disfruta va a entrenar con frecuencia y como consecuencia mejora su salud y pierde peso.
Se siente mejor y se ve mejor en el espejo. Quiere seguir disfrutando y sigue yendo a entrenar pero decide que lo va a hacer por su cuenta ya que ya sabe.
Al cabo del tiempo la rutina que aprendió cuando se apuntó al gimnasio le resulta monótona y le aburre y empieza a no ir al gimnasio con tanta frecuencia.
Al disminuir la frecuencia la forma física que había adquirido empeora y el peso aumenta. Ya no disfruta, ya no aprende y ya no rinde y entonces deja de ir al gimnasio.
La solución al parón en el ciclo de rendimiento
Esta secuencia es una reproducción clásica del ciclo de rendimiento de muchos casos que se dan a diario.
Pero, ¿Cuál hubiera sido la mejor solución en este caso? Introducir un estimulo de aprendizaje nuevo cuando la monotonía empieza a estar presente en la actividad para provocar una reactivación de los recursos y habilidades que son necesarias para aprender la nueva actividad.
Es decir, introducir una rutina de ejercicios nueva más complicada y exigente que requiera de una mayor atención y persistencia para pasar por las fases de fallos, aciertos y automatización del aprendizaje.
En el proceso de cumplir las fases del aprendizaje la persona habrá disfrutado de hacer lo mismo que le engancho a ir al gimnasio pero con variación y mayor dificultad. Esto desarrolla confianza al sentirse más capaz de hacer más cosas y su auto estima porque cada vez entrena más y se siente mejor.
Por último, y con el paso del tiempo, el rendimiento se notará ya que al ir acumulando entrenamiento más exigentes la forma física mejora y el peso se mantiene controlado.
El ciclo del rendimiento empieza de nuevo a rodar
Esta es mi interpretación particular del rendimiento que se puede aplicar a cualquier ámbito de la vida. Considero que para rendir las sensaciones placenteras de disfrutar son el motor de arranque para que este ciclo empiece a rodar.
Tener persistencia y tolerar las sensaciones poco cómodas que pueden provocar los errores y los fallos cuando aprendemos es también una pieza clave dentro de este ciclo maravilloso.
Por último, ser muy conscientes de cuando, como y donde se producen las mejoras y de las sensaciones gratificante que provocan es el primer paso y más importante para hacer un análisis del rendimiento saludable y productivo que nos provoque querer volver a girar en el apasionante ciclo del rendimiento.
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